Considérese el desempolvamiento formal
El mérito es de las musas
Miraba atento los arañazos que dejó el mundo entre tus costillas
Seguías fumando y el humo dibujaba siluetas de goma al salir de tus entrañas
Nunca debiste ser tú contra el mundo
Nunca se nos dio bien
-ni a ti, ni a mí
eso de la guerra fuera de la cama
Eso de la guerra que no busca otra cosa sino paz
Que pretende ser la terca sacudida antes del orgasmo
No fue necesario apuntalar defensa alguna
la llamarada de mundo redujo a cenizas toda intentona
Quererse siempre ha sido un acto de rebeldía
y los muros
- los míos, los tuyos
A duras penas nos soportaban a nosotros
y contenían nuestros arrebatos de final
Pero ahora flotas sobre la cama y fumas del cigarrillo
con la piel desdibujada en el contorno de la penumbra
Eres una con las sábanas, y la cama y conmigo, y somos uno con el cuarto
Nuestro acuerdo tácito es hacer el amor a luz de día
De noche no hay que poner esfuerzo en volvernos uno
Entonces tocan la puerta y ya sabemos que es el mundo que está afuera
que vienen los actores de cine, como arlequines a cuerda
Y te miro y me dices que sólo nos quedan tres pompas de jabón
y que el mundo no es ingrávido ni sutil
Y sólo nos queda la tibia resignación de haber intentado todo
Para cuando el mundo reviente la puerta ya nos habremos ido
Tú a tu mundo, yo al mío
Sin más
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