Paranoia Al Amarillo Número Cinco

He aquí la genuina intención de convertir el mundo en una fiesta

miércoles, 12 de octubre de 2016

Vomitarás el veneno

Y sí
quizás tu destino sea morir solo con un gato
en un cuarto oscuro
consumido por un tenue halo de luz espectral emanado de un televisor.

Pero la única forma de saber si tienes la oportunidad de lo contrario
es desgarrándote la piel de las manos
enterrándolas cada vez más profundo en la grava
intentando sacar algo mejor.

Al final, cualquier día es bueno para poner la cabeza en las líneas del tren
Para mí todos deberíamos tener el derecho a suicidarnos.
Si tu vida es una mierda y no quieres o no puedes hacer nada para cambiarlo
¿Para qué seguir? ¿prolongar la agonía con la remotísima posibilidad de algo mejor?
¿Y por qué el universo, en su más absoluto caos, se va a apiadar de ti?

Cualquier día es bueno para poner la cabeza en las líneas del tren
Sin embargo
Mátate sólo si estás muerto en vida
Si te mueves por el mundo como un fantasma, un disociado
Si toda tu energía vital ha sido absorbida
por la melancolía y la desesperanza.

Pero si tienes la más mínima noción de providencia, de brío
entonces no te mates
Pondrás una cara patética en mitad de la caída
Vomitarás el veneno
Te arrepentirás cuando sientas el impacto del tren
convirtiendo tu cráneo en salpicadura de carne molida
Y abandonarás el mundo sin nada
Ni la paz de la muerte ni el vigor de la vida.

Cualquier día es bueno para poner la cabeza en las líneas del tren
Pero si la muerte tuviese algún interés en llevarte
no necesitaría de tu voluntad
Y de todas las cosas que no quiero que sea mi alma
si poseo una
es un regalo no deseado.

Cualquier día es bueno para poner la cabeza en las líneas del tren
Pero hoy no.



martes, 19 de enero de 2016

Caminar desnudo por la casa vacía

Quiero un cigarrillo quiero
mover las manos y sentir algo 
a parte de tanta ausencia metida en tan poco sitio
Quiero dejar un rastro de pastillas
y que alguien lea mis poemas pensando
Si tan sólo
Solo como un eco inconmesurable
Sí, tan solo

Quiero matarme
No, no quiero matarme
Quiero cambiar la sangre de mis venas por humo
Y consumirme como un cigarrillo
o una pira funeraria
Quiero enterrarme hasta los codos y pedir perdón
y ahogarme en un charco de vómito
pensando que Morrison / Troconis / Joplin
lo hubiesen hecho mejor
Pero no tengo veintisiete años
soy muy joven para morir así
Para robarle el suicidio predilecto
a un mejor poeta
No, no quiero matarme
Quiero una aurora 
hecha de sustrato puro de locura
que me nuble la vista
clavándome como un rayo
la única certeza que necesito

sábado, 26 de diciembre de 2015

Vacuidad vana vacía vanagloria

Vacuidad vana vacía vanagloria
Una realidad que se perdió en el último naufragio
Entre los chapoteos de cosas más importantes
como mis nudillos
Nudillos restregados contra el asfalto/las puertas/las putas/los corazones
En el orden inverso

Mirar la lámpara del techo
como si la luz fuese el único punto que pudiera enfocar
como si fuese dios apuntándome con una linterna
y pudiera finalmente preguntarle 
"¿Llevo demasiado tiempo aquí
o soy sólo yo?"

Como si estuviese bajo el agua boca arriba
y tuviese que contener la respiración
y evitar que alguien lo note
Amigos/familia/cumpleaños
hablar como si nada pasara/fumar como si nada pasara
pensar que todo va a terminar
eventualmente
Incluso el ahogo de no encontrar
a través del reflejo confuso del agua
motivos para respirar.

II



Mis días tienen la soledad que guardan todos los escenarios vacíos
Se atiborran de ficciones en sus tablas
Y, por un rato, tienen felicidad/luces/color
Pero son ficciones
De día el escenario está vacío, sin magia, desprovisto de sí
su peor condena es que su máxima aspiración
es dar lugar a la ficción
A una mentira gigante y ruidosa
que se despedaza
como el vidrio
contra el piso
cuando se encienden las luces.